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GUIA PARA MOTERO NOVATO Introducción

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Introducción (joe que mal suena)

Hay moteros, motoristas, snob-paga-fortunas-por-una-classic, y después queda la inmensa mayoría que busca en las dos ruedas una manera económica de disfrutar de sus desplazamientos al curro o de romper un poco con el encajonamiento cuadrangular que esta tiránica democracia nos regala a un módico precio.

El primer problema que sale a luz del motero novato es que por lo general empieza haciendo uso del carnet de automóvil que le permite conducir una moto de hasta 125cc sin previo paso por la adolescencia ciclo motera que es donde se ungen a fuego lento los moteros de pro y demás bestias que pululan a lomos de las dos ruedas.

¿Qué problema tiene el enlatado que de pronto es seducido por el lado oscuro del motor y se compra una 125 china (nacional, pakistaní o de casa su pajolera madre pero barata que riñe la parienta)? Pues que sigue con la misma tónica que cuando conduce su automóvil, es decir, sentado, escuchando la radio mientras apoya el codo en el alfeizar de la puerta con la ventanilla bajada murmurando alguna frase del “Padrino” para definir lo que le haría al gilipollas que lleva detrás esnifando su culo de chatarra coreana.

La radio esta puesta en el coche por que los psicólogos (Yanquis, seguro seguro) dijeron en su momento que era muy beneficiosos ya que el cerebro humano (masculino (*)) puede hacer o pensar dos cosas a la vez, y mientras la radio /música distrae a una, la otra está atenta a la carretera y no se pierde en el recuerdo de los voluptuosos pechos de la ultima foto web que le pasaron sus amigotes de la oficina o a meterle mano a la parienta que estrena mini.

Las motos no se conducen, “se pilotan” y si me preguntáis cual es la diferencia yo os contestare con pocas palabras. Conducir es ir en “X” del punto “A” al punto “B” y pilotar, cuando “X” es una prolongación sexual tuya y el ir de “A” a “B”, un orgasmo sin falta de limpiar nada. Por esta razon hay muchísimos más moteros que moteras, porque el hombre es el único animal de la creación que puede centrar todos sus pensamientos en un solo punto……..el sexo.

Cuando te subes a una moto, la dualidad (tu y ella) se convierte en una pequeña orgia (tu, ella, el firme en mal estado, el enlatado con prisas, el camionero que no frena, la señora que llega tarde a recoger a la prole etc.….) y necesitas de todos tus sentidos para poder llegar a viejo y jubilarte con el consiguiente detrimento de las arcas del estado y cabreo del ministro de finanzas de turno.

En esta Guía iré tocado varios temas siempre bajo un punto de vista serio pero a la vez mordaz, rallando lo sardónico, sarcástico e improcedente, porque la vida aunque no te la puedes tomar muy en serio, hay que saber guardarse las espaldas frente a ella.

Capitulo 1º : Como salir vivo de una rotonda

Lo primero es tomar conciencia de que eres el eslabón más débil de la cadena y no tienes airbags ni un chasis que absorba el golpe. Vas en pelota, desnudo, si acaso con una indumentaria que permitirá a los del Samur recogerte entero y no a trozos y por etapas, así que la “Razón”, podrá ser toda tuya, pero de poco te servirá en una silla de ruedas o jodido para el resto de tus días.

Dejémonos de elucubraciones tétricas y pongamos letras a las soluciones posibles y a como ¡¡Salir vivo de una rotonda!!

Antes de entrar en una rotonda hay que escoger carril y salgas por donde salgas solo podrás coger uno, el del miedo, el de los acojonados, el de las señoras mayores, el de la vergüenza motera………….el del exterior, el de la derecha de toda la vida.

Tenga los carriles que tenga tu rotonda, tú te pones en el primero sin importar la salida que vayas a coger y te situaras en el borde exterior (iz)de dicho carril, casi como para pasarte al segundo, así, en plan chulo, como que ¡¡no te acerques mucho que truño !!, evitaras hacer la rotonda encima de las manchas de aceite y que se te acerquen demasiado. Cuando salgas de la rotonda, lo haces también por el carril derecho negociando así la trazada, como debe ser, amplia y segura.

Coger las rotondas por el segundo carril tiene el gran problema de que cuando quieras salir e incorporarte al primero, tú moto estará en un plano inclinado (tumbando) que te impedirá tener una visión clara por los retrovisores, el derecho estará apuntando en un ángulo muy elevado y el izquierdo apuntando al suelo, así que te quedas ciego.

Los que ya tenemos espolones en las botas sí que cogemos este carril (el segundo o el mas interior) porque es el “más limpio” el que menos aceite y basura tiene de los camiones y autobuses que lo frecuentan y que hace que cuando llueve se convierta en ruleta rusa. Para usar este carril de listos y cagaprisas, tendrás que tener un control total de la situación y una potencia superior a los 60CV por si la situación se pone fea y salir por patas es la solución preferente, pero como esta es una guía para novatos mejor no dar más explicaciones que las carga el diablo.

Por último quedan los indecisos o repartidores de pizzas, los que usan la mitad de todo, los que se ponen en la línea divisoria y se pasa la cola de uno u otro carril por la hombría mientras en su mp3 suena la música de dos hombres y un destino.

Jamás, seas experto o primerizo, jamás salgas a una rotonda en medio de dos carriles ya que el enlatao que está a tu izquierda no te vera pues su atención esta fija en los que se aproximan por su izquierda y su cerebro recalentado listo para salir cagando ostias y coger la primera salida que es la que el de su derecha y el resto del mundo deberán coger por qué es la lógica y la que él y Dios escogieron en ese momento y si no, para que están los seguros.

Esto en cuanto a tu izquierda, pero el de la derecha aunque te ve perfectamente, es dueño de la verdad ganada a Dios la noche pasada a los chinos (**) y no le importara hacerse toda la rotonda con tal de joderte a ti y demostrarte que la derecha es el camino más lento, el más largo, pero el más seguro.

Por último añadir la bestia negra motera de las rotondas, esa que cuando estás en plena tumbada se aparece en la forma de un Seat león, amarillo, todo tuneado, tratando de superarte por tu izquierda. Sabes que en la próxima salida se te va a cruzar, le ves todas las intenciones y sabes que no va a frenar, ¿qué hacer?

Dependiendo de la potencia de tu moto y de lo adelantado que este respecto a ti, podrás hacer dos cosas: La primera es abrir gas y escaparte del problema ya que antes de que le dé por iniciar la maniobra tú ya le abras dejado atrás. La segunda es la que usan normalmente las chicas en otras situaciones similares y es la de ¡¡GRITAR !!. Toca el claxon o grítale para llamar su atención y se dé cuenta de que tu existes y no vas a coger su salida, pero nunca nunca nunca frenes (a lo mas acariciarlos y retener con el motor), si lo haces te llevaras todas las papeletas del sorteo de un beso por el duro asfalto.

Si has decidió desplazarte sobre dos ruedas, sea por la cuestión que sea, recuerda que la razón no es un chaleco que te eximirá de perder la vida o la de pasarte años en rehabilitación para volver a caminar. Recuerda que ocupas muy poco espacio en la mirada de los demás y que solo tu pericia y atención te hará salir de situaciones comprometidas. Las motos no son un juguete de moda o una manera de ahorrarte unas pelas en gasolina, cuando te subes a una, no estás jugando, te la estás jugando.

Continuara……….

(*) Esta salvedad es meramente anecdótica porque del cerebro femenino nada se sabe

(**) Todos tiene alguna divinidad colgando del retrovisor: La virgen de no sé donde, Jesucristo o San Cristóbal mientras que tu, como no tienes donde colgar a SanGlas, te jodes

Fuente (Motoclub Soplones)

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